Las ondas índikas

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Camino de Male todo es silencio. Como cuando vuelves de algo excitante y todo lo que perdura es el recuerdo. Lo realmente excitante es el recurso del recuerdo en el silencio. Dejando la balanza en mala situación al futuro. Con la maleta en la mano las decisiones no serán mastodónticas y pantagruélicas al estilo Bandini.

La metrópoli espera, instas y suenan cantos de sirena familiar. Toca bigote y piel morena para deletrear, a los que te observan en occidente, de donde vienes.

Ondas zozobrantes han venido y tormentas leves han pasado. Ondas mejores, tormentas peores. Un grupo de antiguos mamíferos de Madrid, Vigo y Bilbao. Hombres antes identificados como hombres que estaban siempre junto a otros hombres. Todo esto junto a olas y ondas. Arrecifes y peces. Palmeras y arena. Atolones y corales. Crónicas de un surf imposible y de una realidad basada en la ficción que cada uno traía en su mente.

Camino de Male todo son imágenes. La humedad que complicaba la función de las gafas de sol en la transición de AC al aire libre se difumina. Sólo quedan fotos. Fotos de hombres en ondas. Olas con muchos hombres. Algunos hicieron el estricto surf. El surf fue el pretexto y el hombre el contexto. Camino de Male van los hombres y nos dejan sus cuadernos de los hitos hechos.

Más info en: www.maxsurfaris.com

 

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