Ramzi Boukhiam fue uno de los afortunados en poder disfrutar de las perfectas derechas de Marruecos gracias al swell que dejo olas gigantes en Nazaré las semana pasada y que poco más tarde llegaría al norte de África.
Ramzi Boukhiam fue uno de los afortunados en poder disfrutar de las perfectas derechas de Marruecos gracias al swell que dejo olas gigantes en Nazaré las semana pasada y que poco más tarde llegaría al norte de África.